Dr. Atl

Con motivo de la exposición que exhibe el Museo Nacional de las Artes o mayormente conocido como MUNAL, escribo esta entrada, vale cada minuto el visitar esta exposición y si no conocen el recinto que alberga, escaparse a este museo tendrá dos razones de ser.

No podía dejar de incluir en este blog a una figura que marco la vida a una de las pintoras más destacadas, pero olvidadas de México. Carmen Mondragón o también llamada Nahui Olin, de quien hay una entrada en esta página, por si al final les surge la curiosidad de conocer más sobre ella.

Como todo un personaje original y enigmático, Gerardo Murillo Cornado tenía una afición por las cosas intensas y sus dos grandes pasiones en la vida eran caóticas en altos niveles, la mujer que marco su vida y la pasión que lo llevo a perder una pierna.

Murillo fue originario de Guadalajara, Jalisco, nació un 3 de octubre de 1875, en su estado natal fue donde conocería a su guía y mentor en las artes, Félix Bernardelli, quien le dio las herramientas para un futuro prometedor e innovador en las artes, su inquietud por adquirir nuevas técnicas y descubrir el mundo, le ayudó a obtener una beca en Europa y en 1897 parte a Italia para así iniciar una vida dedicada a su pasión. Su viaje no lo limito a especializarse en su área, también lo ayudó nutrirse de ciencias como la filosofía y el derecho en Italia, o eso es lo que narra el de su estadía en el contiene Europeo, porque no hay registros que comprueben que curso estas materias. Lo que si nos consta es que su durante su residencia en Italia, reforzó su pensamiento político y se puede intuir que gracias a este viaje fue que sus ideas Neofacistas nacieron.

A su regreso a México, iniciada la Revolución participó en la lucha contra el gobierno de Victoriano Huerta, al principio se mostró como partidario de Venustiano Carranza, pero pronto se enemisto con este ya que sus ideologías políticas eran sumamente diferentes, después de esto se retira de la política y se dedica de lleno a la pintura.

La ideología del muralismo que se desarrollo durante su época, no concordaba con su pensamiento antibolcehvique como él llamaba a todos los murales plasmados por sus contemporáneos como Diego Rivera, ya que consideraba que el muralismo que era patrocinado por el gobierno, estaba lleno de propaganda y simbología marxista, pero a pesar de su pensar realizó varios murales, entre los que se destacan:

- Vía Flavia, mural realizado en Roma que lamentablemente se destruyó por la mala restauración que se le dió.

- Uno realizado el colegio de San Pedro y San Pablo, a este mural tampoco le fueron dados los debidos cuidados y su restauración se ignoró, esto por problemas ideológicos que tenía Murillo con el Secretario de Educación José Vasconcelos.

-Su último mural fue realizado en el Casino de la Selva de Cuernavaca, Morelos, este es el único mural que prevalece a la fecha y se encuentra en el Castillo de Chapultepec.

En la época posterior a la Revolución, se buscaba forjar una identidad nacional por medio del arte y esto se implemento en varias disciplinas, en la pintura se crearon los murales con contenidos históricos y sociales, como ya había mencionado, pero Atl logró plasmar por medio del paisajismo la fuerza y el carácter del México moderno, exaltando el orgullo por nuestra tierra y mostrando la grandeza y la belleza del país.

Atl con su gran amor por la vulcanología vió nacer al Paricutín y desde ese momento, se volvería su biógrafo y su obra se dedicaría plasmarlo con pincel y a lápiz, estudió a este volcán de día y de noche, realizo centenares de dibujos y pinturas presenciando el evento y en 1950 publicó un libro donde describe científicamente la bitácora del nacimiento de un volcán y es gracias a esta pasión por la vulcanología y no solo por el paricutín, si no por los majestuosos volcanes que adornan al Valle de México, el Popocateptl y el Iztlazihuatl, la que lo llevó a perder una pierna y crear así la técnica del aeropaisaje, utilizando fotografías.

El dinamismo que lo caracterizaba le permitió ser pionero técnicas implementadas en su obra siendo una de sus mayores características el reflejo de un paisaje no intactamente copiado, si no adaptado a su percepción en el momento y un tanto desperfecto, a comparación con otro paisajista destacado José Maria Velasco, de igual manera innovó su técnica a través de los pigmentos que creo, mejorándolos para un mayor control sobre la pintura y su secado, llamándolas Atl Colors.

Mucho se puede contar de este talentoso hombre, su personalidad siempre enigmática, su gran amor loco y pasional y el final de sus días dedicándose al paisajimo, fue inovador y un alma inquieta hasta el final de sus días. Retrato los volcanes con complejos nombres que adornan la cuenca del Anáhuac, no los plasmo como de manera excta, si no como un reflejo de su forma de percibir a los enigmáticos y feroces volcanes que respetamos por su fuerza destructiva, los trato con respeto y dedicó su vida a ellos.

Si quieren conocer más sobre su obra, la exposición "Atl, fuego, tierra viento" se encuentra en el MUNAL (Museo Nacional de las Artes) ubicado en la Calle Tacuba 8 en el Centro Histórico de la Ciudad de México y estará disponible hasta el 28 de septiembre.